Nuestro paso por el festival de festivales maño vino con insomnio, prueba de sonido prácticamente inexistente, pedales de efectos que fallan, batería que se desmonta en mitad del set, y alguna baqueta que quiso ser pájaro y volar cual paloma en un desfile militar, en principio ingredientes para un concierto que podía caer estrepitosamente a un fracaso absoluto, pero no fue el caso, gracias a una sala que ya de por si se pue de decir que «suena sola» si Las Armas de Zaragoza y su gran equipo de producción y a un publico ávido de hedonismo de «fast food» Se pudo destilar un garage de guerrilla para salvar el paso y poder beber una cervezas tranquilo al terminar sin tener que sufrir ninguna critica a considerar…¡¿En serio?! dices que te ha parecido un conciertazo, bueno.. te puedo decir que arriba en escenario hubo mas momentos de infierno que de gloria (si de esta ultima también hubo) aun así se entona el «Mea culpa» no hubo un 100%100 de R&R, también hay que decir que, ajeno a lo mío, los demonios también se apropiaron de la tecnología a parte de mi cabeza. ¿Se puede hacer mejor? SI, y peor también…